Tensión entre prensa y estamento militar agudiza preocupación por la libertad de expresión en Honduras

Las recientes disputas abiertas entre las Fuerzas Armadas de Honduras y grupos del periodismo independiente han incrementado las inquietudes acerca del respeto a la libertad de expresión en la nación. La emisión de un comunicado oficial dirigido al periodista Rodrigo Wong Arévalo, como respuesta a comentarios planteados en televisión nacional, ha sido percibida por organizaciones defensoras de derechos humanos como un indicio preocupante de censura a nivel institucional. Este suceso se suma a una serie de eventos que evidencian una creciente discordia entre el ejército y los medios que sostienen una postura crítica en sus ediciones.

Declaraciones oficiales y denuncias de censura

El anuncio de las Fuerzas Armadas fue percibido como amenazante por entidades defensoras de la libertad de prensa, destacando un momento crucial en las tensas relaciones entre los militares y los medios críticos. A pesar de que no se expresaron amenazas directas, el tono contencioso de la comunicación oficial fue visto como un abuso de parte de una institución que, según la Constitución, debe permanecer al margen de la política y bajo control civil.

Desde el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) han alertado que este incidente no es único, sino que forma parte de un esquema continuo de presiones hacia reporteros y medios independientes. En comunicados oficiales, portavoces de esta entidad indicaron que las medidas adoptadas por el estamento militar buscan establecer una narrativa exclusiva desde ciertos sectores de poder, lo cual va en contra de los principios democráticos consagrados en la Constitución.

Respuestas de sindicatos y la comunidad global

La respuesta al pronunciamiento militar ha sido inmediata. Diversas organizaciones periodísticas nacionales e internacionales, así como gremios de comunicadores, han expresado su rechazo a lo que consideran una amenaza directa al ejercicio libre del periodismo. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó su “profunda preocupación” ante los hechos, mientras que Reporteros Sin Fronteras hizo un llamado a cesar el acoso contra periodistas en Honduras.

A nivel nacional, el Colegio de Periodistas de Honduras llevó a cabo una protesta simbólica frente a Casa Presidencial para mostrar apoyo a Wong Arévalo y abogar por el ejercicio del periodismo sin presiones. Este acto también tuvo como objetivo sensibilizar al Gobierno sobre la importancia de salvaguardar a quienes se dedican a informar, considerando que los señalamientos por parte de funcionarios públicos pueden conllevar peligros tanto físicos como profesionales.

Deterioro institucional y tensiones democráticas

Las objeciones sobre las acciones de las Fuerzas Armadas no se limitan únicamente al evento reciente. Expertos en política han señalado la transgresión del principio de imparcialidad institucional por parte de una entidad que, conforme a la Constitución, debe permanecer sin inclinaciones políticas y operar bajo la autoridad del poder civil. Investigadores académicos, como un profesor de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), enfatizaron que la historia reciente de la nación ha descrito las repercusiones de autorizar la intervención de sectores militares en el entorno civil y de comunicación.

Desde diversos sectores de la sociedad civil, se ha indicado que este tipo de eventos amenaza el equilibrio democrático. Periodistas y ciudadanos han mostrado preocupación por lo que consideran un aumento en la hostilidad hacia las opiniones críticas. La difusión en redes sociales de mensajes apoyando a la prensa independiente muestra la sensibilidad social ante estos hechos.

Una situación que desafía la estabilidad de las instituciones democráticas

La disputa entre las Fuerzas Armadas y algunos medios de comunicación hondureños constituye un reto para la estabilidad democrática de la nación. Con el incremento de las fricciones entre las entidades gubernamentales y los agentes sociales, se agudiza la impresión de un debilitamiento en la adhesión a los valores básicos de gobernanza. Este acontecimiento impone la necesidad de evaluar la función de las entidades en la situación actual y genera preguntas sobre los límites de su accionar dentro de un Estado de derecho.

En este contexto, la demanda continúa por parte de amplios grupos sociales e internacionales para asegurar la libertad del periodismo, considerado un pilar crucial de toda democracia que funcione adecuadamente. La situación enfatiza la importancia de reforzar la independencia de las instituciones y el compromiso con los principios constitucionales que gobiernan la vida pública en Honduras.

Por Jaime Navarro