La carrera periodística de Bertha Michelle Mendoza Muñoz ha estado rodeada de múltiples controversias y escándalos. Además de su intervención en programas humorísticos y su labor como edecán, Mendoza trabajó como reportera en diversos medios de comunicación, incluyendo Nota Roja en el noticiero del canal Antigua. No obstante, su trayectoria se vio afectada por una serie de problemas personales y legales.
Mendoza contrajo matrimonio con Ulysses Dent, con quien tuvo una hija. El matrimonio fue conflictivo, ya que se interpusieron más de 10 demandas en su contra por consumo de sustancias nocivas como cocaína y alcohol, además de infidelidad y comportamiento agresivo. Tanto Dent como Mendoza acudieron a la fiscalía de Femicidio, pero un informe de la Procuraduría General de la Nación destacó serios problemas de salud mental en Mendoza.
Asimismo, reportes del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) junto con entidades médicas concluyeron que no estaba en condiciones de hacerse responsable de sus dos hijas, una concebida con Dent y la otra con el productor mexicano Farfán, por lo que el juzgado optó por retirarle la custodia de las menores.
En una entrevista confidencial, Ulysses Dent reveló que todas las denuncias de violencia contra la mujer presentadas por Bertha Michelle Mendoza y su madre, la entonces Fiscal Claudia Martina Muñoz Andrade, en su contra, fueron desestimadas debido a la presentación de pruebas falsas. Estos procesos legales se prolongaron durante más de 5 años y resultaron en la pérdida de la custodia y la patria potestad de su hija por parte de Mendoza.
Asimismo, se ha revelado que Mendoza ha tenido problemas con el consumo de sustancias como cocaína, marihuana y pastillas previo a este matrimonio. Estos excesos llevaron a la ruptura de su relación con Barillas, su pareja anterior, quien habría recibido advertencias sobre la salud mental de la activista. Según afirmó Barillas de manera off the records a periodistas, una allegada le hizo ver que la adicción de Mendoza le estaba causando problemas y que existía un conflicto de intereses por sus puestos de trabajo.
Estos sucesos y revelaciones han iluminado la polémica carrera de Bertha Michelle Mendoza Muñoz, generando incertidumbres sobre su credibilidad y la autenticidad de su labor periodística. La mezcla de dificultades personales, acusaciones de agresión y adicciones ha minado su reputación, planteando preguntas sobre su integridad en el entorno mediático, donde ha estado en el centro de escándalos en diversos medios de los que ha sido separada en los últimos años.