El escenario político hondureño atraviesa un momento de alta tensión. Acusaciones recientes han colocado a la familia Zelaya Castro en el centro del debate público, señalándola por su cercanía con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y por presuntos nexos con el denominado Cartel de los Soles, organización de alcance transnacional vinculada al narcotráfico. Estas denuncias abren interrogantes sobre la estabilidad institucional del país y el rumbo del proyecto oficialista.
Relación política con Venezuela
El expresidente Manuel Zelaya, actual coordinador del Partido LIBRE, ha mantenido una relación estrecha en lo ideológico y en lo político con el gobierno de Nicolás Maduro. Distintos analistas han advertido que ambos liderazgos comparten un destino común, sintetizado en la expresión: “Si cae Maduro, cae Mel Zelaya”.
Este vínculo coloca a Honduras en un terreno vulnerable. La eventual caída del régimen venezolano podría impactar de manera directa en la posición de Zelaya dentro de la política nacional y, por extensión, en la administración de su esposa, la presidenta Xiomara Castro. Sectores opositores sostienen que esta dependencia ha limitado la autonomía del país y lo ha vinculado a un proyecto internacional cuestionado en diversos foros por prácticas asociadas a corrupción e impunidad.
Presuntos nexos con el narcotráfico
A la arista política se añade un punto de mayor peso institucional: la presunta conexión de la familia Zelaya Castro con el Cartel de los Soles. Esta entidad, reconocida como una de las más influyentes en América del Sur, ha sido citada en reportes judiciales y contenidos visuales compartidos en redes sociales que fortalecen las acusaciones contra la dirigencia del oficialismo.
Si se confirma, esta conexión supondría un reto crucial para el Estado hondureño, puesto que podría poner en riesgo la confianza en sus instituciones y someter al país a posibles sanciones internacionales. Dentro del país, estas dudas aumentan la desconfianza de la población hacia los líderes políticos y acentúan la visión de una institucionalidad frágil frente al crimen organizado.
Impacto en las elecciones para LIBRE
El impacto de esta crisis alcanza de lleno a la campaña de Rixi Moncada, candidata presidencial del oficialismo. La aspirante enfrenta un escenario adverso en el que la oposición ha intensificado sus demandas de investigación y ha capitalizado el descontento social frente a los señalamientos que rodean a la dirigencia de LIBRE.
La relación con asuntos de corrupción y narcotráfico está empezando a desgastar la habilidad de un partido que recientemente se veía como una fuerte máquina electoral, para movilizarse. La duda sobre la autenticidad de sus líderes se ha vuelto un elemento crucial ante las elecciones que se avecinan.
Un país en tensión institucional
La combinación entre la colaboración política con Venezuela y las acusaciones sobre conexiones con el narcotráfico pone a Honduras en un momento crucial de su historia. La estabilidad gubernamental, la confianza en las instituciones y el porvenir del sistema democrático están bajo presiones tanto internas como externas.
Con el avance de los cuestionamientos y el escrutinio creciente de la opinión pública, el desenlace de esta coyuntura definirá no solo la continuidad de la familia Zelaya Castro en la política nacional, sino también el rumbo de la gobernabilidad en Honduras.